Aprueban normativa que mejora regulación para la extracción de algas y avanza en protección de los bosques submarinos
enero 4, 2024
Valparaiso, Chile
- Tras su aprobación, la Ley Bentónica mejorará la actividad alguera que se desarrolla de manera artesanal a lo largo del país.
- La legislación, además, rige para los más de 50 recursos comerciales que viven en el suelo marino como erizos, locos, machas, jaibas y almejas, entre otros.
Valparaíso, 4 de enero, 2024. Luego de casi cinco años de tramitación, el Congreso aprobó la Ley Bentónica, la cual introduce mejoras sustanciales en el manejo y administración de las algas, ecosistemas claves para la vida marina y que hoy sufren por la extracción ilegal, principalmente desde las áreas de libre acceso, y por la falta de información oficial sobre su estado de conservación.
“Era muy necesario introducir una ley que se ocupara exclusivamente de las especies bentónicas, ya que su extracción es una actividad de importancia comercial desarrollada 100% por el sector artesanal”, aseveró César Astete, Director de las Campañas de Pesca de Oceana. “La normativa introduce definiciones que permitirán mejorar sustancialmente el manejo de los recursos bentónicos, es decir, de aquellos que viven adosados en el fondo marino y para los cuales en algunos casos se le aplicaban normativas de peces”, agregó.
Dentro de los aspectos más relevantes que contiene la ley para el manejo y administración de las algas, es el reconocimiento de las técnicas y utensilios que utilizan las recolectoras y recolectores, así como también los buzos mariscadores; se define el concepto de barreteo -la extracción de la planta desde el disco- y se establece una regulación específica que permitirá determinar qué especies y zonas deben resguardarse; además, se fortalecen los comités de manejo y científico, incorporando puntos de referencia biológicos u otros de escala local o regional. Finalmente, se estipulan los programas de recuperación como medidas de manejo, los que actualmente solo existían para peces.
“Uno de los aspectos importantes de la ley es que la Subsecretaría de Pesca podrá establecer aquellas especies de algas y zonas sobre las cuales se permite su extracción a través del barreteo y en cuales no se podrá realizar”, afirmó Astete, agregando que también “permitirá establecer el estado de conservación o puntos de referencia para construir indicadores que nos permitan a futuro conocer el estatus del recurso”, añadió.
Los bosques submarinos proveen trabajo y sustento económico a casi 16 mil personas solo en la zona norte del país, según el Registro Pesquero Artesanal del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, el que incluye a recolectores y recolectoras de orilla que toman las algas que naturalmente varan en las costas, y a los buzos que trabajan en la extracción de éstas mediante el barreteo. De esta última modalidad de extracción hay varios ejemplos positivos, especialmente en las regiones de Atacama y Coquimbo, donde han desarrollado un manejo sustentable del recurso a través de la administración asociativa de áreas de manejo o planes de manejo que utiliza la pesca artesanal alguera, y que ha permitido una actividad sostenida durante muchos años.
“Valoramos esta aprobación y estamos disponibles para el trabajo que sigue ahora, que es la implementación, para lo cual esperamos que se incorporen las propuestas que nuestro sector tiene para este proceso”, señaló Nibaldo Yáñez, Director de la Coordinadora Nacional de Algueros y Algueras de Chile (CONAACH), agregando que “esta será una instancia importante para analizar aquellos aspectos aún pendientes de ser mejorados para quienes trabajamos en esto desde hace muchos años y estamos preocupados por la sustentabilidad de estos recursos”.
Los bosques submarinos forman ecosistemas únicos y proveen una serie de beneficios, no solo para las especies que allí habitan, sino que también para los seres humanos, al contribuir a la captura de carbono y a la liberación de oxígeno a la atmósfera, además de ser hábitat para numerosas especies marinas, incluyendo aquellas relevantes para el sector pesquero artesanal, como el loco y el erizo rojo.