Oceana celebra anuncio de Subpesca de restringir la expansión de la pesca de arrastre
agosto 3, 2018
Santiago, 3 de agosto, 2018. La organización de conservación marina Oceana, celebró el anuncio de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) de restringir la expansión de la pesca de arrastre de fondo a zonas prístinas o nunca antes arrastradas.
“Lo que se está haciendo es limitar que la pesca de arrastre de fondo se expanda a zonas que no han sido arrasadas, circunscribiendo las faenas solo a aquellas áreas donde los arrastreros han operado en los últimos años”, señaló Liesbeth van der Meer, Directora Ejecutiva de Oceana Chile. “Por lo tanto, la industria podrá seguir pescando la misma cantidad de recursos y en las mismas zonas donde operan desde hace más de dos décadas”, agregó.
La medida contempla que solo se permitirá la operación de los arrastreros en lo que se conoce como “huella”, es decir, en aquellas áreas donde la industria ha operado regularmente en los últimos 16 años, evitando así que se expandan a zonas nuevas. Esta huella equivale al 2% de la zona marítima chilena que se distribuye de norte a sur.
Van der Meer destacó que la restricción de la pesca de arrastre de fondo es un gran paso en la protección de los océanos ya que el 98% de la Zona Económica Exclusiva quedará libre de este arte de captura, añadiendo que “es una invitación a incentivar métodos de pesca selectivos y asegurar una captura sustentable de los recursos”.
Recordemos que en 2016, Oceana presentó una propuesta para la eliminación progresiva de la pesca de arrastre en Chile, en la que se incluían los resultados de un estudio realizado por la ONG que mostraba que cada año 3.905 km² de superficie marina eran impactados por este arte de pesca. Además, evidenciaba la expansión de buques arrastreros a áreas nunca antes devastadas, concluyendo que 554 km² fueron arrastrados anualmente, lo que equivalía al tamaño de las comunas de Pirque y Puente Alto.
La pesca de arrastre de fondo consiste en el uso de enormes y pesadas redes que arrasan con el fondo marino. Provoca la degradación del suelo y la destrucción de hábitats, así como la captura sin distinción de todas las especies que se cruzan a su paso. Sus efectos han sido comparados con la tala de bosques, la mayor amenaza a la diversidad biológica documentada y a la sustentabilidad económica en el ámbito terrestre.