Día Mundial de las Ballenas: ¿Por qué es importante protegerlas?  - Oceana Chile
Inicio / Blog / Día Mundial de las Ballenas: ¿Por qué es importante protegerlas? 

febrero 16, 2025

Día Mundial de las Ballenas: ¿Por qué es importante protegerlas? 

©OCEANA I Eduardo Sorensen El tercer domingo de febrero se conmemora el día de las ballenas para relevar la importancia de proteger a estos mamíferos que son clave para la salud de los océanos.
  • Estos titanes marinos contribuyen considerablemente a la mitigación del cambio climático. Se calcula que una sola ballena puede capturar 33 toneladas de CO2 a lo largo de su vida. 
  • En1986 se prohibió la pesca industrial de ballenas. Desde entonces, cada tercer domingo de febrero, se conmemora a esta especie que fue cazada indiscriminadamente.  

Por Catalina Inzunza

Las ballenas están presentes a lo largo de las costas chilenas. De hecho, alrededor del 50% de las especies existentes ha sido registrado en Chile, donde es posible observar a la ballena azul (Balaenoptera musculus), que puede superar los 30 m de longitud; la ballena fin (Balaenoptera physalus), segunda ballena más grande, con longitudes de hasta 25 m; la ballena sei (Balaenoptera borealis), con longitudes de hasta 21 m, y la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae), de hasta 17 m de longitud y conocida por sus característicos saltos. 

¿Por qué se conmemora este día? 

Desde hace siglos, la caza de ballenas ha sido una problemática tanto en Chile como en el mundo entero. Entre 1929 y 1983, las balleneras nacionales llegaron a cazar un total de 30.000 ballenas para la producción principalmente de aceite. A raíz de esta situación, que involucraba a un gran número de naciones, la Comisión Ballenera Internacional (CBI) prohibió la pesca industrial a nivel global en 1986. Por su parte, Chile en 2008 vetó completamente la captura de todos los cetáceos dentro de su Zona Económica Exclusiva, y declaró a todas las ballenas como monumento natural.  

Grandes aliadas contra la crisis climática 

Una faceta no tan conocida de estos mamíferos es que contribuyen considerablemente a la mitigación del cambio climático. La Dra. Susannah Buchan, oceanógrafa e investigadora del Centro de Investigación Oceanográfica del Pacífico Sur Oriental (COPAS Coastal), comenta que “las ballenas aumentan la productividad primaria a través de su rol fertilizador en los océanos, un hecho que secuestra cierto CO2 de la atmósfera”.  

La experta británica agrega que “todo el carbono que las ballenas almacenan durante su vida, al fallecer e irse a las profundidades oceánicas, queda secuestrado en el fondo marino. De hecho, se ha calculado que una sola ballena, a lo largo de su existencia, puede capturar 33 toneladas de CO2”, explica Buchan. 

Según el sitio Ocean Literacy Portal de la UNESCO, la cifra expuesta anteriormente es equivalente a la cantidad de carbono que pueden captar 1.000 árboles terrestres.  

¿Dónde es posible ver ballenas en la costa de Chile?  

A pesar de que las ballenas fin, jorobadas, azules y sei son las protagonistas de los litorales chilenos, también es posible divisar otras especies como las francas, bryde y minke. Lugares como el Archipiélago de Humboldt entre las regiones de Atacama y Coquimbo; el Parque Marino Francisco Coloane, en Magallanes, y el Golfo de Corcovado, en el sureste de la Isla de Chiloé, se han convertido en destinos donde estos avistamientos ocurren de manera frecuente.   

Es importante resaltar que el Archipiélago de Humboldt es reconocido como una zona de importancia mundial para la alimentación de este tipo de mamíferos debido a sus características oceanográficas. 

Archipiélago de Humboldt: importante santuario para las ballenas 

Catalina Sapag, coordinadora de campañas y ciencias de Oceana en Chile, comenta que el Archipiélago de Humboldt se caracteriza por su alta productividad, atribución que se debe a la presencia de un sistema de surgencia costera donde las aguas profundas y ricas en nutrientes suben a la superficie. “Gracias a estos abundantes nutrientes, se genera un bloom de pequeñas algas conocidas como fitoplancton, que sustentan poblaciones de pequeños crustáceos y diversos peces pelágicos. Estos, a su vez, constituyen el alimento de aves y mamíferos marinos como las ballenas”, comenta la científica. 

La ballena fin frecuenta las aguas del Archipiélago de Humboldt, ya que ahí es donde logra alimentarse de sus platos favoritos: plancton y krill.  

La investigadora Susannah Buchan, también destaca que “este archipiélago es relativamente libre de tráfico marítimo, por lo que las poblaciones de ballenas fin, la especie que más se divisa en la zona y la ballena que ha sufrido mayor cantidad de colisiones con buques a nivel mundial, aquí tiene una probabilidad de recuperación significativa en cuanto a la caza comercial”.  Por lo anterior, mantener el Archipiélago de Humboldt libre de mega puertos y tráfico marítimo es esencial para lograr la preservación óptima de esta especie. Actualmente, de hecho, esta zona costera es parte del 43% de las Áreas Marinas Protegidas (AMP) presentes en Chile.  

La importancia de su protección 

Estos mamíferos a nivel mundial siguen recuperándose de los impactos que tuvo la industria ballenera. Las principales amenazas para estas especies se relacionan con el tránsito marítimo debido al incremento probabilístico de colisiones fatales con embarcaciones y al ruido submarino, un hecho que impide su comunicación y afecta en su comportamiento.  

Por su parte, la bióloga marina Catalina Sapag, añadió que “las ballenas utilizan los océanos chilenos para alimentarse, reproducirse o para migrar entre sus sitios de alimentación y de reproducción. Por ello, es necesario que protejamos los hábitats críticos de estas especies en nuestro país, y que se regulen ciertas actividades que son incompatibles con estos ambientes”. 

Recientemente, un estudio publicado por Marine Policy identificó a Chile como la nación con la mayor tasa de colisiones fatales entre embarcaciones y ballenas. Para abordar este problema, los autores proponen la implementación de diversas medidas de mitigación, como la planificación espacial de posibles nuevas rutas marítimas y la construcción de puertos que no coincidan con las áreas de hábitat de estos mamíferos.  

Desde su caza indiscriminada en siglos pasados hasta la fecha, es posible ver cómo se ha avanzado en políticas por la protección de los animales más grandes de nuestros océanos. Pero no basta con celebrar su día, es importante seguir tomando conciencia frente a las acciones humanas que amenazan sus hábitats. 

Referencias: 

  • Las ballenas, en la lucha contra el cambio climático, Ocean Literacy Portal, 14 de ferero de 2025