Diario de expedición: día 4 - Oceana Chile
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diciembre 28, 2018

Diario de expedición: día 4

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© Oceana I Sarah Bedolfe

Diario de expedición: Reserva Nacional Katalalixar, Patagonia, Chile

Los días en Tortel han pasado rápido, de cierta manera la rutina de caminar al muelle, subirme a un bote y navegar las aguas de Katalalixar es lo que siempre he querido hacer. Es primera vez que piso tierra chilena y la experiencia me ha encantado. Estamos con el equipo juntos, revisando la información científica que hemos levantado y el registro fotográfico, pero ya es hora de empezar a empacar para abandonar este lugar y comenzar la travesía de vuelta a Santiago.

Mientras compartimos un mate comentamos lo que fue esta experiencia. Matthias comienza desde el punto de vista científico. No es primera vez que él recorre estos canales, ha visto la variedad de especies submarinas del sector, las cuales cambian radicalmente según la salinidad y temperatura del agua.  

Cuenta que atravesando el canal Baker, encontraron bosques submarinos que se extendían por kilómetros albergando una cantidad importante de especies. Américo y Mauro bucearon y encontraron una mayor cantidad de diversidad en el bentos y una diferencia notable en el porte de los peces. Registros que tienen al equipo contento, aun así, el asombro tiene tintes más oscuros al encontrar rastros de equipos pesqueros.

La pesca no regulada en este sector es algo que durante el último tiempo se ha incrementado. Desde el 2001 ha habido un conflicto interregional sobre la pesca artesanal. La sobreexplotación de los recursos en la región de Chiloé llevó a los pescadores ha seguir rumbo al sur en búsqueda de mayor concentración de biomasa. El sindicato de pescadores de la región de Aysén, en conjunto con Subsecretaría de Pesca y el Gobierno de Chile, permitió el traspaso de los límites a cambio de una tarifa y un listado de especies que se les permite extraer de los fiordos de esta región: erizos, almejas, lugas roja y negra.

El problema está cuando los territorios habilitados para la pesca se sobreponen a reservas nacionales terrestres como Katalalixar, en donde se extraen recursos marinos de la misma manera que se hace en zonas no protegidas, dejando en duda la efectividad de estas figuras de protección. El problema no termina ahí, fuera de los residuos que los distintos artes de pesca dejan en el medio ambiente como cabos y mallas plásticas, hay evidencia de que se extrae congrio, merluza y centolla.

Toda actividad pesquera debiese ser regulada en zonas tan sensibles como Katalalixar. En otros lugares de Chile se han explotado indiscriminadamente recursos que sostienen ecosistemas como, por ejemplo, las algas. Es por esto que es necesario un levantamiento científico previo, el cual permite identificar aquellos lugares que son capaces de brindar recursos pesqueros que logran recuperarse naturalmente. Raúl, representante de CONAF en el área tiene una posición concreta al respecto: “Hay que cuantificar, estudiar, regular y fiscalizar la pesca artesanal en el área porque ahora está sin control y no podemos seguir de esta manera”, comenta.

En la última parte del viaje por las aguas de Katalalixar pudimos ver restos de boyas y presencia de quema de ciprés, árbol muy importante en la zona que se puede usar solo cuando ha muerto naturalmente y que es la base de toda construcción en Tortel. Matthias ha venido a este lugar desde el 2010 y afirma que el cambio es radical, hay huella humana en esta zona. Durante mis expediciones en estas aguas no pude ver barcos pesqueros, pero sí encontramos rastros en tierra.

Empezamos a cargar el auto poco a poco, subimos lentamente los equipos de los buzos, quienes han documentado los distintos ecosistemas que esta zona ofrece. 300 fotos y un par de horas de video que ayudarán a crear consciencia de lo único que es este lugar.

Antes de subirme al auto me despido de este lugar austral y aislado del mundo, quiero recordarlo así. Mientras el motor comienza a vibrar, me quedo con la esperanza de que el trabajo que acá hicimos sea un aporte para la conservación de Katalalixar: verde, azul y más verde al final del mundo.