Expediciones en el océano de Chile
BY: Oceana
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En Oceana hemos tenido la suerte de explorar la riqueza del mar de Chile, llevando a cabo alrededor de 30 expediciones científicas en el norte, centro y sur del país, las que nos han permitido comprobar de primera fuente la enorme biodiversidad presente a lo largo de nuestras costas. Este recorrido, desarrollado en 14 años, ha posibilitado el levantamiento y documentación de datos claves que han sido utilizados para proponer la creación de áreas marinas protegidas y como parques marinos y áreas costeras protegidas de múltiples usos.
Lo anterior ha llevado a la creación de las Áreas Marinas Costeras Protegidas de Múltiples Usos de Juan Fernández y Caleta Tortel, además de los Parques Marinos Motu Motiro Hiva, Nazca Desventuradas y Mar de Juan Fernández, totalizando una contribución a la protección de un 21% del mar de Chile, equivalente a 731 mil kilómetros cuadrados.
La documentación audiovisual ha sido clave para el conocimiento de las especies que habitan en el mar de Chile, logrando registrar al menos mil especies, de las que cerca de 30 han correspondido a especies nuevas. A través del buceo, es posible observar la flora y fauna presente en aguas someras, mientras que para mayores profundidades hemos utilizado un robot submarino -conocido como ROV- que puede descender hasta los 600 metros, y dropcams que pueden llegar a más de mil metros de profundidad. Estas últimas tecnologías nos han permitido registrar especies sobre las cuales se conoce muy poco o, algunas de ellas, nunca antes habían sido observadas.
Este fue el caso de nuestro reciente registro de probablemente un tiburón granulado, cuyo nombre científico es Centroscyllium granulatum, captado hace algunas semanas en una expedición realizada en la región del Biobío, y que por primera vez ha sido registrado en estas latitudes. Se trata de una especie rara, poco conocida. Las imágenes fueron grabadas a 1.150 metros, siendo la filmación más profunda de la que tengamos registro.
Así también, hemos podido documentar abundantes cardúmenes en el norte de Chile, en el Archipiélago Juan Fernández y en las Islas Desventuradas; grandes bosques de macroalgas, la población más grande del mundo del pingüino de Humboldt y distintos tipos de ballenas en el Archipiélago Humboldt, y hermosos corales, anémonas y delfines australes en la Patagonia.
Si bien Chile ha avanzado en la protección de extensas porciones marinas, la mayor parte de éstas se ubica en las islas oceánicas, dejando una gran deuda en la conservación de las zonas costeras. En este sentido, en Oceana hemos explorado algunas de ellas, encontrándonos con ecosistemas muy ricos como Pisagua, en la región de Tarapacá, y el Archipiélago Humboldt, en la región de Coquimbo. En ambas áreas se puede observar abundancia de peces, aves y mamíferos marinos, algas, crustáceos y moluscos gracias al fenómeno oceanográfico conocido como surgencia, el cual fertiliza las aguas superficiales, permitiendo la abundancia de alimento para todas estas especies. Adicionalmente, aún falta una mayor protección de la Patagonia, permanentemente amenazada por la expansión de la industria salmonera, en donde hemos podido estudiar los fiordos de la Reserva Nacional Katalalixar, territorio de importancia cultural para la comunidad kawésqar y que hoy aún se encuentra libre de salmonicultura.
Es nuestra esperanza seguir avanzando en la conservación de zonas costeras de importancia biológica y reducir la brecha en la protección de estas áreas que hasta el día de hoy se encuentran amenazadas por los impactos ambientales de distintas industrias.
Te invitamos a seguir este Mes del Mar junto a Oceana, para que juntos seamos testigos de las increíbles maravillas submarinas que podemos encontrar en nuestro país; te mostraremos la ciencia con la que establecemos nuestros planes de trabajo y todos aquellos ecosistemas que estamos buscando proteger para el futuro de este, nuestro planeta Tierra.
