Nuevamente la contaminación por plástico en los océanos genera preocupación en la comunidad científica, ahora de la mano de un nuevo estudio publicado por la revista científica PLos One, en cuyas conclusiones se estima que en 2019 entre 82-358 trillones de partículas de plástico se encontraban flotando en los océanos, equivalente a entre 1,1-4,9 millones de toneladas de plástico.
El estudio abarca datos desde 1979 hasta 2019, reportando que desde 2005 hasta la actualidad ha habido un dramático y marcado incremento en la concentración de plásticos en los océanos. Los macroplásticos más antiguos que se encuentran a la deriva o varados en las costas, continúan degradándose y fragmentándose, contribuyendo a aumentar la presencia de microplásticos en la naturaleza, lo que se ha hecho más evidente a nivel mundial a partir de 2005 donde la tendencia ha ido en aumento, sugiriendo fuertemente que la contaminación plástica en los océanos durante los últimos 15 años ha alcanzado niveles sin precedentes.
Chile no es la excepción. Alrededor del 75% de los desechos encontrados en las playas del país corresponde a plásticos de un solo uso como cubiertos, botellas, envases de plumavit, bombillas y vasos, entre otros, mientras que apenas un 8,5% del millón de toneladas de plástico que se consumen en Chile anualmente, se recicla. Sin embargo, el país ha avanzado en la materia al aprobar normativas para detener la contaminación producida por los desechos, entre las que se encuentran la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor, la Ley de Bolsas Plásticas y la Ley de Plásticos de un Solo Uso y Botellas Plásticas, actualmente en implementación.
Pero los esfuerzos que unos cuantos países realizan no sirven de nada si no se implementa una política internacional para abordar esta problemática, con el fin de minimizar el daño ecológico, social y económico, ya que, sin cambios en las políticas actuales, la tasa con que los plásticos ingresan a los ambientes acuáticos aumentará 2,6 veces en 2040 respecto del ritmo actual.
El estudio concluye que, a raíz de los datos recopilados, resulta necesario poner en marcha una gobernanza global que sea efectiva e inmediata ya que irremediablemente el aumento en la producción de plástico en el mundo generará mayor cantidad de contaminación.
A principios de 2022, en la Asamblea Ambiental de las Naciones Unidas, todos los Estados miembros adoptaron una resolución para poner fin a la contaminación por plástico, comprometiéndose a establecer un acuerdo mundial jurídicamente vinculante que aborde el ciclo de vida completo del plástico, incluida su producción, diseño y eliminación, para 2024. El resultado final de este acuerdo será un tratado, pero su fuerza dependerá de los compromisos de los estados miembro y de si las medidas se centran en el ciclo de vida completo de los plásticos, desde la extracción y fabricación hasta el final de su vida.
La recuperación ambiental del plástico tiene limitaciones, por lo que las estrategias para solucionar el problema deben abordar primeramente aquellos sistemas que restringen las emisiones de contaminación plástica. Por lo tanto, establecer marcos de monitoreo estandarizados para rastrear las tendencias globales y crear acuerdos internacionales vinculantes para prevenir las emisiones de contaminación plástica son las mejores soluciones globales a largo plazo.
Fuentes:
- Eriksen M, W Cowger, LM Erdle, S Coffin, P Villarrubia-Gómez, CJ Moore, EJ Carpenter, RH Day, M Thiel & C Wilcox. 2023. A growing plastic smog, now estimated to be over 170 trillion plastic particles afloat in the world’s oceans – Urgent solutions required. PLoS ONE 18(3): e0281596 https://doi.org/10.1371/journal.pone.0281596.
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